viernes, 10 de octubre de 2008

PRIMER INTERES LEGISLATIVO PROVINCIAL

Un logro mas que importante logrado por el grupo de SUMATE en la provincia de SANTA CRUZ: Primer Interes Legislativo PROVINCIAL


martes, 7 de octubre de 2008

El “desgaste psicológico”, gran escollo






























Fertilizacion asistida
El “desgaste psicológico”, gran escollo

Es una de las razones principales, junto con el costo del tratamiento, que llevan a las parejas que no pueden concebir de un modo natural a abandonar la fertilización asistida por profesionales. El 30% de ellas deja sin alcanzar su objetivo y por eso ya se han creado numerosos grupos de autoayuda, que funcionan para contener emocionalmente a las personas que ansían ser padres y no lo logran. Los casos finalmente exitosos y los activistas que pelean por una ley que incluya a los procedimientos de fertilidad en el Plan Médico Obligatorio de obras sociales y prepagas.

Cuando Berta y Mario comenzaron en 2004 un tratamiento de fertilidad para lograr un embarazo, sabían que el camino no iba ser fácil. Al estrés y angustia generados por las prácticas médicas que tenían que atravesar se le sumaba la ansiedad e incertidumbre con respecto a los resultados.

“Era como una montaña rusa emocional”, recuerdan. En junio de 2007, tras el desgaste psicológico y los malos pronósticos de los especialistas, la pareja se encontró en la encrucijada de interrumpir o no el tratamiento. “Por suerte, encontramos en el grupo de autoayuda para parejas infértiles del hospital Rivadavia la contención que necesitábamos para seguir adelante y hoy somos padres de Teo”, comentaron orgullosos Berta y Mario.

Sin embargo, el 30% de las parejas argentinas que sufren de trastornos de fertilidad abandonan o suspenden la búsqueda de un hijo antes de alcanzar la meta debido al elevado costo y el sufrimiento emocional y psicológico que implica afrontar un procedimiento de fertilización asistida. “La aplicación de inyecciones diarias, la planificación de la fecha de los encuentros sexuales, la constante presencia del equipo médico tratante en medio de la vida cotidiana de la pareja, todo eso genera un estrés agudo que puede afectar el tratamiento”, explicó Andrea Marazzi, tocoginecóloga y coordinadora médica de Fertilab.


Impacto. El 15% de las parejas argentinas en edad madura tienen problemas para tener un hijo. Según estadísticas del Departamento de Reproducción del Hospital Bernardino Rivadavia, de Buenos Aires, sólo el 40% de las parejas que consultan por trastornos de la fertilidad terminan el proceso de diagnóstico. “Las parejas llegan a la primera consulta, después de haber deambulado por varios centros médicos, con una gran carga de angustia y ansiedad ”, detalló Alejandra Olivera, psicóloga del equipo de ese hospital.

“Los exámenes en el cuerpo de la mujer son muy invasivos y molestos. Hay una baja de la autoestima y la pareja se siente cada vez más vulnerable. Lo privado se hace público y esto deteriora la sexualidad”, sostuvo la especialista del Instituto Ginecológico de Buenos Aires.

Además, todos los métodos de reproducción asistida tienen un alto porcentaje de fracasos y repetir los ciclos de tratamiento sin lograr una concepción puede ser muy angustiante para la pareja. A esto se suma el elevado costo de los procedimientos de alta complejidad –que varían entre los $7 mil y $15 mil–, lo que hace que muchas parejas decidan abandonar el tratamiento (ver recuadro).


Apoyo. Para los especialistas consultados por PERFIL, la intervención de un equipo de salud mental antes y durante el procedimiento de fertilización es clave para no abandonar un tratamiento y lograr buenos resultados. “Es muy importante la contención de profesionales, el diálogo entre el médico y el paciente para tratar de disminuir los temores y derribar los mitos”, manifestó Ramiro Quintana, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva y director del Centro Argentino de Fertilidad.

El trabajo con un equipo multidisciplinario fue vital para la actriz Alejandra Majluf, mamá de Emma, de dos años. Después de postergar la maternidad por su profesión, Alejandra tuvo que recurrir a la técnica de transferencia de embriones para quedar embarazada. “El 90% del éxito de mi tratamiento fue el trabajo de relajación que hice con mi terapeuta”, le dijo la actriz a PERFIL, a punto de viajar a España. “Lo importante es ayudar a los pacientes a desarrollar herramientas psicológicas para afrontar las dificultades que puedan ir surgiendo en el tratamiento. El fin es lograr que la pareja tenga un niño sano, con el menor desgaste emocional posible”, concluyó Marazzi.

En busca de una ley

Una de las razones por las que las parejas deciden interrumpir un tratamiento de fertilización es su alto costo. Este es el caso de Mariana y Luciano, quienes desistieron a la fuerza por no poder afrontar el gasto.

“Pedimos un préstamo de $8 mil al banco para realizar una ICSI (Inyección Intracitoplásmica de Espermatozoides) que dio negativa. Ahora no contamos con el dinero suficiente para seguir”, dijo Mariana Barragán, coordinadora de la campaña “Sumate a dar vida”. Esta iniciativa popular ya logró reunir 80 mil firmas para promover en el Congreso el tratamiento de un proyecto de ley que considere a la infertilidad como una enfermedad que impide a las personas concebir o llevar a término un embarazo.

“Hace 25 años que se practican métodos de fertilización asistida sin una ley que los regule”, expresó Jorgelina Mena, responsable de prensa de la ONG Infertilidad-arg. Actualmente se debate en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados un proyecto del legislador Jerónimo Vargas Aigansse (FpV) para que los tratamientos de reproducción asistida de baja y alta complejidad sean incluidos en el Plan Médico Obligatorio. Para sumarse a la iniciativa, ingresar a www.infertilidad-arg.com.ar.

http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0301/articulo.php?art=10293&ed=0301

viernes, 3 de octubre de 2008

jueves, 2 de octubre de 2008

Por FM Palermo, el viernes a las 10 PM


Este viernes 3 de octubre a las 22hs por FM Palermo (2) 89.1 vamos a ir a hablar de la Iniciativa al programa radial "Nada es Gratis en la Vida" que va por FM Palermo 89.1 con Luis Gasulla, que es el conductor
Tambien se puede escuchar por la web www.radiopalermo.com.ar

Nota en El Observador Diario Perfil domingo 28/9


Fertilizacion asistida
Buscan una ley en favor de la vida
Se multiplican los fallos judiciales que obligan a obras sociales y prepagas a pagar los tratamientos de fertilización asistida, pero estas compañías se quejan de la falta de regulación y reclaman fondos adicionales. Los expertos señalan que la mejor solución es que diputados y senadores acuerden una ley, como fue el caso de la norma sobre la obesidad.
Por Pedro Ylarri

Cifra alarmante. El 15 por ciento de las parejas en edad madura, unas 600 mil personas, afronta problemas de infertilidad, según datos de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva.

Dar vida es una paradoja. Mientras diputados debaten sobre salud sexual y reproductiva y publicidades de tests de embarazo se muestran en refugios cercanos a las escuelas, del otro lado de la acera existen familias sin suerte a la hora de llamar a la cigüeña. No son pocas: 15% de las parejas argentinas en edad madura tiene problemas de fertilidad: entre todas, conformarían una ciudad similar a La Plata o Mar del Plata: 600 mil personas.

Todas afrontan la frustración y desesperanza de querer dar vida y no poder, pero además por la falta de respaldo del sistema de salud y de las normas que lo regulan. A treinta años del nacimiento en Inglaterra de Louise Brown, la primera beba surgida de una fertilización in vitro, y a 22 del primer caso argentino, las técnicas son tan variadas como los dilemas, pero las normas que los regulan son inexistentes. Las parejas no tienen acceso, los médicos no están legalmente resguardados y el sistema de salud está poco preparado para afrontar la demanda.

El alto costo de las técnicas de fertilidad de alta complejidad, aquellas en las que la concepción se produce fuera del vientre, es el reclamo principal de ONG dedicadas al tema, ya que hace imposible su acceso para la mayoría de las parejas. Las obras sociales no lo cubren al no estar en el Plan Médico Obligatorio (PMO). Esta semana fue firmada la séptima resolución judicial conocida que obliga a una obra social a costear los tratamientos, la cuarta en lo que va del año. Los pedidos de amparo se están volviendo más frecuentes.

“La seguidilla de causas marca el camino, pero no queremos que haya una catarata de fallos, necesitamos una ley”, explicaron desde Infertilidad-Arg, una ONG que junta firmas con ese cometido. Otro de los grupos que promueven la ley es la Fundación Concebir: “Tiene que ser integral, que regule qué técnicas deben ser cubiertas, cuántas prácticas por paciente, pero también el control técnico de los centros, porque ahora se controlan entre ellos porque son pocos, pero luego será difícil”, explicó a PERFIL Estela Chardón, una de las fundadoras.

OSDE fue la primera prepaga en ser obligada a costear las técnicas de alta complejidad, y para la industria fue suficiente para reaccionar. Su director médico, Gabriel Barbagallo, abrió el debate en un congreso reciente, al comparar la Ley de Obesidad, que incorpora el bypass gástrico en el PMO, con los proyectos de fertilidad asistida. Según dijo, “la ley no ataca un problema sanitario sino que sólo fue un problema de cobertura para las obras sociales y las prepagas… nadie se preocupó por el 40% que no tiene cobertura”.

Barbagallo y otros dos ejecutivos de prepagas –que solicitaron no ser mencionados– explicaron a PERFIL que, de aprobarse una ley de fertilidad, debería hablar de la edad de las pacientes, la cantidad de intentos, la precisión de las técnicas y de cómo se financiarán esas prácticas.

Asimismo, “una ley de infertilidad desalienta la adopción, que es un problema sanitario importante, con casi 9 mil chicos que están esperando un hogar”, afirmó el jefe de OSDE en el congreso.


Debate pendiente. Mientras las sentencias judiciales reflejan la pelea entre pacientes y obras sociales por la cobertura de los tratamientos, la comunidad científica continúa con un debate que lleva años: el estatuto legal y moral del embrión, es decir cuándo comienza la vida de una persona y debe ser protegida. Sucede que las técnicas de fertilización in vitro suponen la manipulación de decenas de embriones por paciente, la mayoría de los cuales no llegarán a implantarse en el seno materno.

“El estatuto del embrión es clave, y la legislación actual, que incluye el Código Civil y la Constitución Nacional, por la ratificación del Tratado de San José de Costa Rica, dice que la vida empieza a partir de la concepción. La manipulación de embriones y los proyectos de ley para permitir el aborto son inconstitucionales”, señaló a PERFIL el ginecólogo Rafael Pineda, director del Departamento de Bioética de la Universidad Austral.

La realidad supera a la ley en el país se realizan unos 5 mil ciclos de fertilización in vitro por año y existen 24 centros certificados para unir los óvulos y los espermatozoides en el laboratorio. Pero entonces, ¿qué resguardos legales tienen los centros y los médicos para hacer los tratamientos?

“Reglamentos y procedimientos de control muy estrictos y un código de ética”, dice en forma enfática el vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMR), Ramiro Quintana. “La sociedad puede sancionar a cualquier miembro si se vulneran los principios de lo que se puede hacer y lo que no”. También las instituciones que trabajan en el tema deben certificar los procedimientos, y los médicos adheridos tienen que homologar en forma habitual sus títulos y habilitaciones. “La idea es evitar que haya médicos que estafen a los pacientes, buscamos que no haya gente que no esté capacitada, que no haya gente que esté estafando, por eso existen estos controles. Hay un listado con los centros autorizados”, dice.

Gran parte de la comunidad médica reclama al igual que los pacientes, las obras sociales y las ONG la existencia de una ley “amplia”, que regule y permita las técnicas, aunque con límites. “La Argentina debe tener una legislación acorde, con una realidad médica que esté por encima de las creencias. En la Asociación Médica Argentina hay un capítulo entero dedicado a la ética de la fertilización asistida. Eso hizo que no hubiera problemas en la Argentina aun sin una legislación, pero una ley es sinónimo de madurez, una lástima no tenerla”, añade Quintana.

Los proyectos de una ley llegan al Congreso todos los años para ser debatidos desde 1985, cuando nacieron dos mellizos tucumanos por fertilización in vitro, los primeros que concebidos con la técnica en el país. En 1987 fue convocado un comité de especialistas de diversas ramas para llegar a un consenso. Acudieron filósofos, sacerdotes y rabinos, médicos de diversas especialidades y jueces, aunque dos años después se disolvió por falta de acuerdo.

“El diputado Ricardo Lasarria, de la UCR, había trabajado mucho en un proyecto, que fue uno de los más estudiados, pero no prosperó. La importancia de tener una ley era ver qué es lo que se podía hacer y qué es lo que no. Pero desde 1986 no se pudo aprobar un proyecto, es decir más de 20 años.” La Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva presentó proyectos en dos oportunidades: el primero en 1998 y el último hace dos años.

Pineda, desde la Universidad Austral, recomienda en medio del debate utilizar métodos que no afecten el estatuto del embrión. “Cerca de 15% de las parejas tiene problemas de fertilidad, pero de ésos apenas un 10% necesita acudir a tratamientos de fertilidad de alta complejidad, la mayoría con manipulación de gametos y embriones. Lo normal es no tener que acudir a estos tratamientos.”

Sergio Pascualini, director del Instituto Halitus y difusor de la problemática de infertilidad en un programa de televisión, dijo a PERFIL que “no” es necesaria una ley para realizar las prácticas de fertilización asistida, aunque señala que “es mejor que haya una norma, pero que sea amplia, permisiva”. Pascualini agregó que una buena legislación sería muy positiva para las parejas, para que sepan cómo actuar, por ejemplo frente a la donación de óvulos y la criopreservación de embriones.

“Hay un trasfondo que permite que a estos tratamientos se llegue sin dificultad, cuando debería ser lo menos habitual. Hay muchas técnicas que sirven para la mayoría de los casos. En principio el diagnóstico, que es una buena práctica para la medicina, pero una excelente para cuando se trata de lograr el embarazo. Lo importante es saber en dónde está el problema, para luego solucionarlo; con medicación y buenas prácticas podemos solucionar el 90% de los casos”, concluye el experto de la Austral.


http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0299/articulo.php?art=10093&ed=0299

Otro fallo exitoso, esta vez Salta (IPSS)

Condenan al IPS a hacerse cargo del costo
de un tratamiento de fertilización asistida


La Jueza en lo Correccional y de Garantías de Octava Nominación, Mónica Faber, hizo lugar a una acción de amparo contra el Instituto Provincial de la Salud de Salta, condenándolo a hacerse cargo del pago de un tratamiento de fertilización in vitro ya realizado. Sin embargo, la decisión todavía no está en firme ya que fue apelada por el apoderado de la obra social con reserva del caso federal.

La esterilidad como enfermedad, no está incluida en el Programa Médico Obligatorio, desconociendo -a criterio de los presentantes del amparo- directivas de la Organización Mundial de la Salud según la cual la infertilidad es una enfermedad. Esto pese a que se comprobó que la mujer padece poliquistosis ovárica.

Antes de presentar el amparo, la pareja recurrió administrativamente ante la obra social provincial, habiéndose apelado incluso al recurso de reconsideración. Frente a esta situación, el matrimonio pidió un crédito personal para afrontar los costos de la práctica, requiriendo en el recurso de amparo que se reintegren los gastos efectuados y la cobertura integral del embarazo y parto posterior, incluyendo el servicio neonatal.

El IPS, a través de su apoderado, ratificó al responder la demanda que la obra social no está obligada a cubrir los gastos de la fecundación in vitro producto de la esterilidad de la mujer por cuanto ésta no es una enfermedad y no se encuentra incluida en el Plan Médico Obligatorio, por lo que no es una práctica nomenclada.

La magistrada en su sentencia sostuvo que los amparistas agotaron la vía administrativa previamente llegando hasta el recurso jerárquico.

En su análisis la Jueza citó, además del texto de la Constitución Nacional reformada en 1994, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer que en su artículo 12 sostiene: “ Los Estados parte adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera de atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de la familia”

“La negativa de la Obra Social IPSS de brindar cobertura a la fertilización in vitro a los accionantes porque la misma no figure como prestación reconocida en el PMOE y porque la infertilidad no es considerada enfermedad basado en considerar a la salud como una ausencia de enfermedad, es un concepto, hoy ampliamente superado”, sostuvo la magistrada entre sus argumentos y agregó “de la propia definición de la OMS, surge que la salud es un concepto que abarca una dimensión holística de los seres humanos”.

Citó además la sentencia en la causa AMR y otros c/Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires donde se sostuvo que: “La infertilidad es la incapacidad de embarazarse a pesar de haberlo tratado durante un año sin utilizar métodos anticonceptivos. Es el funcionamiento anormal del sistema reproductivo que priva a las personas de todas las razas y niveles socioeconómicos de crear una familia. La infertilidad importa una enfermedad, la infertilidad puede originar angustia, depresión, ansiedad... que contaminan la vida de relación de la pareja que advierte con desasosiego la imposibilidad de procrear e integrar su núcleo familiar con su descendencia. Es una alteración del ciclo natural y como tal merece ser tratada, en la medida que existen modernamente técnicas médicas que pueden intentar lograr el añorado embarazo para dar a luz otro ser...Negarle ese derecho a la pareja, amén de cercenar el abanico de derechos enumerados, importa una discriminación para quien padece esta enfermedad...”.

Sostuvo además que “la salud no puede ser tomada como una mercancía. La solidaridad que configura el sentido de las obras sociales importa la colaboración de todos los miembros que la integran para combatir las contingencias que afectan a cada uno de sus integrantes necesitados”.

De allí que la magistrada haya resuelto hacer lugar al amparo ordenando al IPSS cubrir en forma integral los gastos del primer intento de fecundación in vitro ya efectuado incluyendo medicación y prácticas profesionales; la cobertura integral de los niños nacidos desde el embarazo, incluyendo el parto y el servicio neonatal en atención a que el primer intento de fertilización in vitro dio resultado positivo conforme actas de nacimientos glosados en autos a Fs. 50/51, con costas a cargo de la demandada. A esto le sumó los intereses devengados desde la fecha de toma del crédito utilizado para la práctica.

Salta, 26 de septiembre de 2008

http://www.lahoradesalta.com.ar/node/9300